05 septiembre 2009

EL LIBRO DEL FENG SHUI ~ Capítulo 2 - Parte - 3


6 - EL EQUILIBRIO EN LA ENERGÍA CROMÁTICA - LA ARMONÍA QUE RESULTA DE LA COMBINACIÓN DE LOS COLORES

El color es un elemento fundamental en el arte del Feng Shui, ya que la combinación de los diferen­tes tonos contribuye a la conformación de un Feng Shui positivo o negativo en una casa o ambiente.
Los colores son formas puras en las que el equi­librio energético se halla en perfecta armonía.
Cada color tiene una frecuencia cromática, que es el resultado de las propiedades energéticas que la naturaleza le ha proporcionado (por ejemplo: el co­lor anaranjado tiene propiedades vigorizantes).
Cada color tiene también una simbología, es de­cir cualidades y atributos con los que se lo asocia; por ejemplo, el blanco simboliza la pureza; el rojo, la pasión; el amarillo, la riqueza; etc.
El color es una propiedad de la luz que concen­tra vibraciones energéticas; por lo tanto, un color también transporta energía vital.

LAS PROPIEDADES ENERGÉTICAS Y LA SIMBOLOGÍA DE LOS COLORES

Es muy importante que los colores en su conjun­to creen un espacio vital y con armonía cromática.
Cuando falta, en un ambiente o en una casa, un color fundamental para lograr la armonía (por ejem­plo el blanco) puede traer aparejados efectos dañi­nos que se contrarrestan incorporando elementos del color faltante.
Para elegir los colores que incluiremos en cada ambiente es fundamental conocer la propiedad energética y la simbología de cada uno.


COLOR ~ PROPIEDAD ENERGETICA ~ SIMBOLOGIA

Rojo – Estimulante – Pasión, poder, movimiento, sexualidad, empuje, satisfacción, etc.
Anaranjado – Vigorizante – Abundancia, bondad, placer, generosidad, sociabilidad, atracción, comida y bebida, etc.
Amarillo – Atrae la fortuna y la prosperidad – Alegría, confort, acumulación de dinero y bienes materiales, excentricidad, etc.
Verde – Armonía – Esperanza, autenticidad, naturaleza, inmadurez, ingenuidad, salud, juventud, fertilidad, compasión, plenitud, etc.
Azul – Tranquilizante – Inteligencia, dignidad, madurez, formalidad, amor filial, calma, intuición, etc.
Violeta – Espiritualidad – Paz, humildad, ancianidad, vida superior, meditación, frescura, introversión, introspección, etc.
Negro – Protección – Depresión, mudez, autosuficiencia, sofisticación, distancia, oscuridad, noche, insatisfacción, necesidad, rectitud, formalidad, indiferencia, etc.
Rosa – Entendimiento – Paz, inocencia, feminidad, infancia, ternura, pasividad, docilidad, tranquilidad, claridad, luminosidad, reserva, falta de agresividad, etc.
Blanco – Verdad – Fuerza, pureza, luz, calor, distancia, transparencia, salud, camino, día, despertar, individualidad, amplitud, creatividad, generosidad, etc.
Gris – Equilibrio – Calma, distracción, tiempo, rememoración, tradición, invisibilidad, ecuanimidad, justicia, intuición, sensibilidad, tirantez, sinceridad, etc.
Índigo – Emotividad – Sobriedad, superación, sinceridad, espiritualidad, frescura, letanía, despedida, reflexión, comodidad, etc.

LAS CONSECUENCIAS DE LA AUSENCIA DE DETERMINADOS COLORES EN LOS DISTINTOS AMBIENTES

La ausencia de un color en una casa no suele traer aparejadas mayores dificultades a menos que se trate de alguno de estos casos:
a) En el dormitorio de una pareja no debe faltar el color rosa...
Porque es un tono fuerte, poderoso, energéti­co, y de vibraciones positivas. Promueve el enten­dimiento amoroso y es un gran armonizador.
b) En los dormitorios de adolescentes no debe estar ausente el color azul...
Porque simboliza la tranquilidad y seguridad que suele faltar en esta etapa de la vida.
c) En el dormitorio de un bebé no debe faltar el color amarillo...
Porque simboliza la alegría. Es un color tónico pero no excitante y se lo considera un escudo, por su capacidad para neutralizar las energías negati­vas.
d) En el dormitorio de un anciano no debe faltar el color anaranjado...
Porque simboliza la energía que suele menguar con el paso de los años.
e) En las salas de estar o living no debe faltar el co­lor violeta.
Porque tiene propiedades sedantes. Es un gran pacificador y neutralizador que absorbe la negatividad del ambiente e irradia energía positiva.
f) Como el comedor es una zona importante, puesto que allí se reúne a diario la familia, nunca debe faltar el color verde...
Porque se relaciona con la armonía y el conten­tamiento, indispensables para amenizar el en­cuentro.
g) En los ambientes en los que se realizan activi­dades comerciales no debe faltar el color rojo...
Porque se lo asocia con lo beneficioso, con el empuje y con la fama.
h) En los ambientes en los que se cocina no debe faltar el color blanco...
Porque simboliza la pureza, el calor, la fuerza y la salud, condiciones que siempre están presentes en los rituales culinarios.

LAS CONSECUENCIAS DE LOS EXCESOS DE LOS DISTINTOS COLORES EN LOS AMBIENTES

Como ya dijimos, los colores son portadores de la energía que les concede la naturaleza por medio de la luz.
Cuando alguno aparece en exceso en un am­biente, casa o edificio (también puede ser en un ba­rrio o localidad) genera un desequilibrio energético que puede convertir el Feng Shui de esa morada en negativo, ya que la circulación del Sha rompe el equilibrio y la armonía del Chi, que no puede fluir libremente.
En el cuadro siguiente vemos los efectos que pro­ducen los excesos de cada color.

RECORDEMOS

Cuando hablamos de exceso de color, no nos referimos a una cuestión estética sino a la acumulación de energía cromática despedida por un color y que rompe el equilibrio de ese espacio.


COLOR ~ EFECTOS del EXCESO en el FENG SHUI de los AMBIENTES

ROJO – Agresividad, tendencia a la violencia, peleas constantes, falta de calma y posibilidad de dialogo…
ANARANJADO – Ansiedad, insomnio, tendencia a la mala alimentación, falta de concentración…
AMARILLO – Falta de humildad, intolerancia, incontinencia de esfínteres en niños pequeños y ancianos…
VERDE – Falta de tacto en las relaciones interpersonales, alejamiento de amistades y vecinos, distancia afectiva, entre la pareja…
AZUL – Frialdad, falta de comunicación, inapetencia…
VIOLETA – Exceso de misticismo, falta de conexión con los problemas cotidianos, depresión, ambiente lúgubre…
NEGRO – Depresión, angustia, intolerancia, falta de animosidad, indiferencia, exceso de formalidad, desentendimiento entre padres e hijos…
BLANCO – Impersonalidad, falta de vida y compromiso, alejamiento en las parejas, falta de estimulo en los jóvenes…
ROSA – Melancolía, tendencia a los trastornos hormonales en las mujeres, depresión en los adolescentes, excesiva introspección en los ancianos…
GRIS – Distancia de los seres queridos, falta de prosperidad…

Reglas para lograr el equilibrio cromático en las casas y ambientes

Para aplicar el arte del Feng Shui en la selección de los colores para pintar y decorar una casa, es im­portante conocer cómo podemos lograr que se combinen en forma equilibrada y armónica.
Para esto vamos a conocer cómo se contrarresta, cómo se baja el efecto y cómo se equilibra la ener­gía cromática de cada uno de los ellos.
Entonces, cuando en un ambiente se da el exce­so de un color determinado aplicaremos el o los colores que lo contrarresten; cuando deseemos suavi­zar el efecto, aplicaremos el color que lo suavice. Por ejemplo: si hay un almohadón de color rojo en una habitación, es necesario que en algún sector de ese mismo ambiente haya un elemento del color que lo equilibra, es decir, azul.
***
COLOR ~ SE CONTRARRESTA con… ~ SE SUAVIZA con… ~ SE EQUILIBRA con…

ROJO - Verde – Rosa - Azul

Anaranjado – Azul - Verde suave - Gris

Amarillo – Turquesa - Verde y blanco - Anaranjado

Azul – Anaranjado – Verde - ROJO o Púrpura

Verde – Marrón - Verde claro - Índigo

Blanco – Negro – Plateado - Cualquier otro color

Negro, blanco o gris - Cualquier otro color

Índigo – Anaranjado – Rosa - Verde

Violeta – Anaranjado – Rosa - Blanco y dorado

Gris - Rojo o anaranjado – Plateado - Negro o blanco

***
7- EL EQUILIBRIO ENTRE LOS ESPACIOS LIBRES Y LOS ESPACIOS OCUPADOS DENTRO DE LA CASA Y/O LOS AMBIENTES

El Feng Shui nos enseña que cada casa y cada ha­bitación debe tener los muebles que se utilizan.
Los ambientes en los que abundan los elementos innecesarios producen sensación de malestar e im­piden que el Chi circule por los canales que necesi­ta para que su flujo se expanda con libertad.
Una regla práctica que se desprende del arte del Feng Shui es la siguiente: en ningún caso es benefi­cioso que una casa tenga más de la mitad de la su­perficie de su base (el piso), ocupada. Esto no incluye a las alfombras, ya que sólo se refiere al es­pacio que permite que las personas circulen y se desplacen por las habitaciones.
Si esto sucede en su casa o en alguno de los am­bientes, piense seriamente en eliminar algunos muebles o, de lo contrario, redistribuyalos de una manera que le permita ganar espacios para circular con comodidad.
Una frase de la sabiduría popular que puede aplicarse muy bien a esta regla del Feng Shui es la siguiente: "El piso se hizo para pisarlo y el cielo pa­ra mirarlo".

8 - LAS RELACIONES ENTRE LOS HABITANTES DE LA CASA

Por último, nos queda aclarar que la relación en­tre las personas que habitan una casa (al igual que la relación entre quienes trabajan en una empresa, comercio u oficina), hace al Feng Shui de esa mora­da.
Si reina el amor, la alegría, la comprensión y el entendimiento esto se sentirá en el aire, en el hálito vital de esa casa.
Si por el contrario, la falta de comunicación y la intolerancia, o la agresividad es la moneda corrien­te, no habrá forma de que ese sea un lugar saluda­ble, pacífico, próspero y feliz, como propone el Feng Shui.

RECORDEMOS

Está en nosotros convertir a una casa en nuestro hogar.
Es la prolongación de lo que somos, y en ella se cosechará lo que sembremos.

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