21 marzo 2010

Vía respiratoria - Difusión atmosférica e inhalación


Bajo un enfoque holistico, la Aromaterapia no disocia la mente del cuerpo: los perfumes de los Aceites Esenciales pueden afectar nuestro estado emocional, y sus moléculas pueden actuar sobre nuestro estado fisiológico.
Desde el año 2000, el estudio de la olfacción se desarrolló de manera decisiva.
Una rama de investigación científica nombrada “Aromacologia” trata del vínculo entre Aceites Esenciales e olor.
La Aromacologia se define por el estudio de los aromas, y se extiende a la influencia de los olores sobre el comportamiento humano.
Se mide por ejemplo el impacto de un olor sobre la irritabilidad, el malestar o bienestar…
El impacto de los olores puede también modificar las funciones cognitivas como, por ejemplo, aumentar la vigilancia…
Se prueban olores en lugares de trabajo para aumentar la productividad o ayudar a la relajación.
La información olfativa llega al cerebro transmitida por los millares de receptores situados en la cavidad nasal. Se transmite a continuación al cerebro. Esté último la trata y la vuelve a traducir en efectos positivos o negativos (efecto sedativo, relajante, estimulante, desestresante…).
Los olores siempre se conectan a un acontecimiento particular, causando el placer o la aversión.
Cada individuo reacciona a su manera.
Algunos olores se sitúan al límite de lo perceptible y pueden inducir comportamientos espontáneos.
Se habla de olores subconscientes.
Los vínculos entre olores y comportamiento son estrechos y complejos.
Cada individuo tendrá la posibilidad de elegir el Aceite Esencial que le aportará el máximo de bienestar.
Cada Aceite Esencial puede seleccionarse por su actividad pero también por su olor y su impacto en el comportamiento.
Por sus olores, los Aceites Esenciales originan reacciones emocionales y fisiológicas.
Una de sus primeras utilizaciones fue en la elaboración de perfumes.
Los perfumes desempeñaron un papel cultural y social a través de las edades.
Las virtudes terapéuticas de los perfumes sólo se redescubrieron a partir del Siglo XX.
La difusión atmosférica de los Aceites Esenciales se puede utilizar con el fin de volver la vida más agradable, y puede actuar en distintas situaciones (asociación con la toma medicamentosa alopática, nutrición, equilibrio del organismo…).
No hay búsqueda de tratamiento terapéutico, sino solamente una acción vinculada al bienestar de cada uno.
Algunos expertos han realizado distintas pruebas:
-Impacto positivo de la utilización de las esencias de cítricos en la depresión nerviosa.
- Difusión atmosférica de Ilang Ilang o Lavanda para reducir el estrés o aumentar la concentración en un trabajo sobre ordenador.
- Mezcla de Aceites Esenciales de Rosa, Sándalo y Pino disminuyendo del 60% la toma de somníferos en personas que sufren de insomnio.
Estos ejemplos permiten entender mejor el impacto de los olores en el comportamiento humano.

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