13 septiembre 2010

ENERGÍAS y SALUD


La hipótesis del cuerpo de energía sutil - una tentativa de síntesis y unificación
La hoja fantasma es un efecto extraordinario observado con la técnica Kirlian.
Se pone una hoja, a la que se ha cortado un fragmento, sobre la pantalla de cristal del aparato y se hace una fotografía. La imagen muestra la hoja entera con su efecto corona. Un efecto parecido se obtiene igualmente poniendo por algún tiempo la hoja sobre el cristal del aparato. A continuación se quita la hoja y después de algunas horas se hace otra fotografía: aparece una impronta luminosa justo como si la hoja estuviese todavía presente.
El ruso Inyushin considera que estas imágenes son el resultado de la interacción entre el campo eléctrico de la máquina Kirlian con el bioplasma de la hoja, impreso sobre la pantalla de cristal.
Esta hipótesis recuerda la descripción del organismo hecha por Szent-Gyorgyi: “Existe un flujo invisible que atraviesa el organismo. Se trata de un flujo cuyas partículas portan en sí la energía, la carga y la información, y tienen la función de carburante de todos los procesos vitales”.
En el cuerpo energético se encuentra la memoria energética del cuerpo físico
Los estudios con la máquina Kirlian y con otros instrumentos de investigación, conducen a la inevitable conclusión de que el cuerpo etérico es una especie de memoria de la estructura de las funciones y del estado de salud del cuerpo físico. Las enfermedades se manifiestan primero en el cuerpo etérico, bajo la forma de un desequilibrio energético, y finalmente en el cuerpo físico, como un síntoma. Por eso algún investigador ha hablado del cuerpo etérico como de un holograma, lo cual significa que cada una de sus partes parece contener información que afecta a todo el organismo.
El rumano J. Dumitrescu ha obtenido un resultado extraordinario, que confirma esta teoría, tras fotografiar una hoja a la que había cortado un trozo circular en el medio. La imagen electrográfica ha revelado, justo en el centro del agujero, una hoja más pequeña que la original, pero con proporciones completamente similares.
La energía sutil puede ser tóxica y saturada (o congestionada)
Hay muchas formas de energía sutil.
Algunas son puras, otras “alteran” el cuerpo energético.
Radioactividad, rayos X, ondas electromagnéticas, campos magnéticos, iones positivos, incluso ciertos sonidos las irritan, las congestionan, volviéndolas tóxicas y nocivas para la salud.
¿Qué efecto produce la energía sutil tóxica en nuestra salud?
¿Existe una relación con la enfermedad?
El estado de congestión biológica lo producen las toxinas (radicales libres y otros productos del metabolismo anaerobio) presentes en el terreno intercelular y en la misma célula. En el interior de la célula se encuentran las mitocondrias, estructuras que tienen la función de producir energía. Los radicales libres son moléculas no neutras eléctricamente que oxidan (o sea que sustraen sus electrones) los compuestos que encuentran, dañándolos. Su blanco son las proteínas, los lípidos y el DNA celular, pero más graves son sus efectos sobre las mitocondrias, las cuales pierden su eficiencia. De esta forma la energía de la célula disminuye y el organismo envejece. Cuando un organismo se intoxica de grandes cantidades de radicales libres y de otras toxinas su cuerpo energético se congestiona intensamente, es decir contiene grandes cantidades de energías sutiles tóxicas.
La energía sutil vital o bioenergía reacciona ante las energías densas y sutiles
Los campos magnéticos, eléctricos, las emisiones de iones, toda radiación, incluso la luz y los sonidos provocan inevitablemente modificaciones profundas en la bioenergía y en el cuerpo de energía sutil.
Puesto que éste es la matriz, el punto de encuentro entre el ambiente energético exterior y nuestro organismo biológico, todas las manifestaciones energéticas modifican o perturban su estado. Si meto la mano en una olla de agua hirviendo me la quemaré gravemente por efecto de la absorción de una forma agresiva de energía densa, el calor. El efecto de la quemadura se producirá tanto en las células de la mano, como en su cuerpo energético, el cual resultará seriamente congestionado.
Interacción entre plasma ambiental y bioplasma
En la ciudad contaminada, en la oficina llena de ordenadores y de luces de neon, el aire está lleno de plasma tóxico, el cual contamina el bioplasma y nos hace sentir molestias, estrés, ansia y otras sensaciones desagradables.
Conclusión: existe una interacción continua entre el cuerpo energético, el plasma y las energías sutiles ambientales.
Influencia recíproca entre el bioplasma de dos personas
También el bioplasma es capaz de alterar, aunque sólo sea parcialmente, el plasma ambiental y el bioplasma de otra persona.
En una habitación donde hay un enfermo, el plasma se encuentra parcialmente alterado en sentido negativo para la salud: hay una mayor concentración de iones positivos dañinos. Si gozamos de buena salud nuestro bioplasma puede sin embargo equilibrar y mejorar parcialmente el estado del plasma ambiental o del bioplasma de una persona que sufre.
La banda de información
Cada organismo vivo, incluido por supuesto el hombre, está controlado y reactivado por un sistema energético complejo, al cual se le ha llamado de muchas maneras: cuerpo bioplásmico, etérico o energético.
Realmente no sólo todo el organismo, sino también sus órganos, sus tejidos, sus células e incluso los cuerpos inertes poseen su propio campo energético. Para los organismos vivos se prefiere hablar de cuerpo etérico, para las sustancias inertes de campo etérico o también, según la dicción propuesta por algún investigador, de banda de información (“information band”).
Por lo tanto banda de información, campo etérico y cuerpo sutil son sinónimos.
La banda de información existe alrededor de cada sustancia. Se trata de un aura formada por plasma, un “cóctel” de partículas subatómicas, de electrones, iones, radiaciones electromagnéticas y campos de energía densa y sutil asociados a la sustancia en cuestión. En otras palabras, la banda de información no es más que la parte adversaria energética densa y sutil de cada cosa.
¿Pero por qué la banda de información se llama así?
Su nombre se debe al hecho de que se comporta como una suerte de grabadora de los eventos energéticos a los que se ha sometido un objeto.
¿Qué tipo de eventos?
Cualquier haz o corriente de energía que haya alcanzado el objeto en cuestión, como luces, sonidos, electricidad, magnetismo, radioactividad, etc.
La banda de información reacciona a tales eventos y permanece alterada por algún tiempo más o menos largo.
Cada organismo vivo o cada materia irradian y absorbe energía mediante un campo energético caracterizado por una cierta frecuencia y por ciertas características de tipo radiológico.
Una analogía útil es el átomo, que irradia continuamente energía electromagnética en forma de ondas a causa de su estructura oscilatoria y de sus vibraciones térmicas. Claramente cuantos más complejos sean los materiales, más complejas serán sus formas de onda.
La banda de información de materiales inertes se puede percibir con instrumentos apropiados complejos y sofisticados.
Algunos investigadores han ideado técnicas de análisis de la banda de información basada en test químicos o físicos, pero verdaderamente ésta se puede percibir directamente con nuestras manos.
Un operador con un poco de sensibilidad en este tipo de percepciones siente con las manos que una moneda arrojada al suelo repetidas veces está “más cargada energéticamente” que una moneda normal.
Lo mismo ocurre si se somete la moneda a otros campos de energía, como el magnético (¡aunque la moneda esté compuesta de material no magnético!), a un haz de luz o a un fuerte sonido.
También se podría golpear un objeto con un martillo y percibir la energía cinética acumulada bajo forma de energía sutil.
Parece pues plausible pensar que las manos del operador perciben el estado de excitación del plasma que rodea el objeto así activado.
La Característica Vibratoria - la firma de una energía sutil
Cada instrumento musical posee unas vibraciones propias características.
El la de un violín es muy diverso del la de una flauta o de un piano. Con el uso de sus propios aparatos un especialista no sólo está en condiciones de decir qué instrumento está sonando, incluso sin escuchar estos tres la, sino que una vez registrada esta vibración será capaz de reproducir el sonido de cualquier instrumento con una cierta aproximación.
En muchos libros se habla de determinadas vibraciones sutiles.
Por ejemplo uno dirá que cierta flor de Bach tiene una vibración y que otra flor posee otra diferente. Un fármaco homeopático tendrá una vibración, otro fármaco otra vibración distinta. Me parece evidente que nos encontramos frente a conceptos más o menos idénticos al de la banda de información, pero esta idea es un poco vaga y me pregunto si no sería posible individuar y a continuación reproducir cualquier tipo de vibración sutil.
Después de mucho tiempo y de estudios, he descubierto que con un determinado adestramiento es posible individuar y reproducir la vibración sutil de cualquier energía. A esta especie de firma le he dado el nombre de Característica Vibratoria (en sigla: CV).
Desgraciadamente hasta el día de hoy, no conozco a más de dos o tres personas, aparte de mí, en grado de percibir las CV. Evidentemente se trata de una percepción más bien difícil de cultivar, pero estoy convencido de que muy pronto existirán instrumentos que podrán registrar las CV en nuestro lugar.
Por el momento no existe otro camino que nuestra sensibilidad personal.
LA ENERGIA SUTIL
Nuestro cuerpo recibe vida y vitalidad de una estructura energética generalmente invisible, pero real, hecha de fuerza vital, o (lo que es lo mismo) de energía sutil.
Esta estructura, a la que podemos llamar cuerpo de energía sutil, es la “mente” y la memoria que guía el cuerpo físico, sus órganos y sus sistemas.
El cuerpo sutil es también la guía de los estados de conciencia, de las emociones, de los pensamientos y de la creatividad.
Cuando éste se encuentra sano y cargado de energía sutil, gozamos de salud y bienestar, pero cuando se enferma, antes o después, aparecen síntomas desagradables, malestares y finalmente enfermedades.
La energía sutil es producida por todo campo de energía densa (electricidad, magnetismo, luz, calor, gravedad, etc.) y también por todo ser vivo.
Los campos de energía densa, como la electricidad y el magnetismo, le producen de dos formas diversas:
(+) Plus - (POSITIVO) que tiene un efecto estimulante sobre los organismos vivos.
(-) Minus - (NEGATIVO) que tiene un efecto sedativo e inhibitorio.
Estamos rodeados de un enorme número de energías densas, cada una de las cuales puede tener un profundo efecto sobre nuestro cuerpo de energía sutil y, por lo tanto, sobre nuestra salud física y psíquica.
La energía sutil se presenta además de otras dos formas: energía pura y energía congestionada o sucia.
La energía pura activa y nutre el cuerpo de energía sutil, mientras que la congestionada puede transformarse en síntomas desagradables, en malestares e incluso en enfermedades.
Las energías saturadas o congestionadas proceden de todos los aparatos electrónicos, en algunos casos del mismo planeta e incluso de organismos enfermos.
Por eso es esencial vivir en un ambiente depurado, sobre todo bajo el aspecto de las energías sutiles, de toda energía sucia, saturada y enferma.
Recibimos constantemente del planeta, de las plantas, del sol y de todo el cosmos cantidades enormes de energías sutiles.
Los árboles, junto a las características hiperdimensionales del globo, realizan una verdadera “transmutación energética”, es decir transforman las energías insalubres y saturadas en energías puras y vitalizadoras.
Se trata no solamente de energías de naturaleza física, sino también astrales y mentales.
Gracias a estas inagotables fuentes energéticas, nuestro cuerpo de energía sutil se abastece cotidianamente y nos mantiene vivos y vitales. Cuando estas fuentes llegan a faltar nos sentimos deprimidos y cansados.
Energía fuerza capaz de efectuar un trabajo flujo de partículas elementales cargadas de fuerza (eléctrica, térmica, magnética, electromagnética, gravitacional…).
Desde el punto de vista de la ciencia tradicional, el término “sutil”, se debe probablemente a Einstein.
El gran físico planteó la hipótesis de una conexión sutil entre dos partículas elementales del átomo que, a pesar de estar distantes la una de la otra, en determinadas condiciones pueden intercambiarse información o energía.
Las ideas de Einstein, con la fundamental contribución del físico alemán Máx. Planck, llevaron a la que hoy se llama Física Cuántica y que es la ciencia que estudia el comportamiento de las partículas que constituyen el átomo.
En la actualidad la física subatómica está investigando sobre el asunto de que se pueda demostrar que materia y energía sólo son dos aspectos diferentes de un mismo fenómeno de la naturaleza, dos manifestaciones diferentes de una misma entidad.
O sea, que una partícula elemental puede asumir aspecto de partícula de materia o de impulso de energía, dependiendo del diferente criterio con lo que el científico la está examinando.
A medida que los descubrimientos más recientes de la física cuántica avanzan, se acercan a los principios que tuvieron los antiquísimos filósofos alrededor de la interpretación de la naturaleza y de la esencia del ser humano.
Por eso, bajo el término energías “sutiles” igualmente nos referimos a lo que los Chinos taoístas llaman “chi”, y los budista Zen llaman “Ki”, lo que en el pensamiento Indiano se llama “prana”, y lo que los Griegos antiguos llamaron “pneuma”.
De cualquier forma que queramos llamarla, se trata de la “fuerza vital” que está presente en cualquier organismo del universo, la fuerza que determine su estado de salud y su relación con el mundo exterior. Hay investigadores que están trabajando en la hipótesis que las energías sutiles puedan también influenciar el camino de un organismo en el futuro, y haber influenciado su historia hasta ahora.
Es necesario decir que en la actualidad no existe ningún instrumento mecánico o digital capaz de detectar y medir las energías sutiles.
Los investigadores y los terapeutas se sirven de sus propias capacidades de percibir los fenómenos naturales. Y las investigaciones se basan sobre el método empírico.
Sin embargo, los resultados de la aplicación de los principios de las energías sutiles al mejoramiento de las condiciones de vida de los seres humanos, animales y vegetales representan una buena prueba de que este camino no sea tan “loco” o absurdo como podría aparecer.
Uno de los principios fundamentales de esta teoría es que todas las manifestaciones de energía “densa”, las que se pueden medir y percibir con los cinco sentidos, también provoquen emisiones de energía sutil, aun que los sentidos humanos y los instrumentos no las perciban.
Un ejemplo evidente es nuestra Tierra.
El planeta es un gigantesco mar de magma incandescente cubierto de una corteza terrestre del espesor de 25 hasta 50 km. Desde el núcleo, que está compuesto de hierro fundido, junto con las emisiones eléctricas, magnéticas, gravitacionales etc., asciende hacia la superficie un enorme flujo de energía sutil que, junto al flujo solar, contribuye a recargar nuestro cuerpo energético de energía sutil.
Igualmente se puede decir del flujo solar o cósmico.
El universo está en continuo movimiento y mutación, y las evoluciones o involuciones cósmicas provocan emisiones de varios tipos de energía (como por ejemplo la energía atómica y térmica y electromagnética que se desarrolla después de la explosión de una estrella).
La energía telúrica y la cósmica son las energías sutiles que alimentan nuestro cuerpo energético y con las cuales el cuerpo sutil de cada organismo entretiene un intercambio energético.
Entonces, estamos inmersos en un universo de energías densas, pero también lo estamos en un océano infinito de energías sutiles.
La ciencia estudia los efectos de las energías densas tanto sobre la naturaleza como sobre el hombre. Ahora se comienza a analizar la naturaleza y los efectos de las energías sutiles sobre nuestro organismo y sobre el planeta.
Esto nos lleva a expresar el otro principio fundamental de nuestra teoría, o sea que todos los organismos están estrechamente interrelacionados unos con otros a través de una red de energías variadas, incluidas las energías sutiles, en un constante intercambio de informaciones.
Una interesante extensión de este asunto fue la que a su tiempo fue una audaz visión de un químico de la atmósfera de los anos sesenta llamado James Lovelock.

La Tierra según Lovelock es en si misma un verdadero sistema que comprende la vida y su ambiente, estrechamente vinculados entre si. Una entidad que se autorregula, un ser vivo. Esta teoría, presentada en la Universidad de Princeton en 1969, fue bautizada Hipótesis Gaia (que es el nombre de la diosa griega de la Tierra).
Según Lovelock y los sucesivos estudios de algunos geofísicos, Gaia también tiene venas y arterias como un ser humano, solo que en esas fluyen energías planetarias sutiles que pueden ser limpias o sucias, asimismo como la sangre arteriosa o venosa.
El médico Ernst Hartmann de la universidad de Heidelberg descubrió y experimentó científicamente la existencia de una red de energías densas y sutiles que emanan del suelo y que se concentran en los nudos geopatogenos. Estos nudos son una especie de “géiser” de energía sutil que se encuentran en puntos específicos de la superficie terrestre y que provocan reacciones positivas o negativas en los organismos que interactúan con esos.
En realidad, el hombre sabe desde tiempos inmemoriales que de la Tierra y el cosmos emanan energías sutiles beneficiosas y nocivas.
En los tiempos antiguos en muchas civilizaciones las casas y los edificios sagrados eran construidos sobre la base de cuidadosas investigaciones energéticas.
El conocimiento de los centros y los canales energéticos telúricos han guiado durante miles de anos a los antiguos constructores de ciudades, templos, catedrales, lugares de culto y de sanación.
El hombre primitivo, que estaba más en contacto con las fuerzas de la naturaleza, utilizaba con más conciencia el poder que las energías sutiles ofrecen para construir potentes campos psíquicos que protejan del peligro y favorezcan las actividades espirituales y de curación.
Nos no sorprende entonces que las prácticas orientales de misticismo y de artes marciales se basen en primer lugar sobre de la meditación, que es una de las maneras mas comunes de apagar las interferencias del cerebro y de concentrarse sobre de nuestra percepción extrasensoria.
A través de una frecuente y regular practica de disciplinas como el yoga, el taiji, la meditación trascendental etc., se puede lograr a percibir directamente y de una forma muy precisa la presencia de las energías sutiles. Tras una temporada adecuadamente larga de ejercicio, se puede llegar a percibir no solo las diferencias entre energías limpias y sucias, sino también a dirigir el flujo energético hasta almanacenar las energías sutiles en nuestro cuerpo, para disfrutar de ellas cuando más lo necesitamos.
Hace miles de anos la medicina china, la tradición india del Yoga, y otros antiguos sistemas de pensamiento fundan su visión de vitalidad del ser humano sobre el correcto funcionamiento y manutención de centros energéticos específicos, comúnmente conocidos con el nombre de “chakras”, que en sánscrito significa “rueda”.
Los chakras y los canales que los conectan representan el sistema energético sutil del individuo. Este sistema puede considerarse como el “software” del cuerpo físico. Los chakras son verdaderas centrales de control del sistema energético.
Ese asunto representa otro principio fundamental de nuestra teoría que afirma que existe un cuerpo o sistema energético sutil que guía y controla el cuerpo biológico.
A través de la experimentación empírica de los científicos e investigadores que están indagando sobre las energías sutiles, hoy conocemos muchos detalles sobre los chakras y sus funciones, hasta disponer de una verdadera anatomía y fisiología de las energías sutiles.
Los principales chakras del cuerpo energético del hombre son 14:
* Corona
* Ajna
* Garganta
* Cardíaco anterior
* Solar anterior
* Ombligo
* Sexual
* Perineo
* Basal
* Ming men
* Solar posterior
* Cardíaco posterior
* Cuello
* Nuca

Cada chakra absorbe del ambiente la energía que necesita y hace circular en el sistema energético aquella que le sobra o que ya no necesita.
La energía circula en el sistema energético como el agua en un sistema hidráulico.
Los 14 chakras principales solo representan el circuito principal del sistema energético.
En nuestro cuerpo energético existen muchísimos otros chakras, algunos minúsculos.
Interesante es que el cuerpo energético es más extenso que el cuerpo físico. Algunos ya han oído hablar de “aura”, que es la representación del cuerpo energético y que en términos físicos se describe como el campo energético sutil del hombre. Bueno, el aura es de tamaño superior al cuerpo físico.
Y existen centros energéticos sutiles que se sitúan al exterior del cuerpo físico.
Lo mas importantes son los catorce centros extracorpóreos que controlan las diferentes esferas de actividad del hombre.
Se puede convenir que, además de la física, existen en el ser humano otras dimensiones que sobrepasan los confines físicos, como la emocional, la mental, la energética, la conciencial o inspiracional, la espiritual.
Esas esferas de actividad son controladas por lo centros extracorpóreos, que se encuentran fuera del cuerpo físico y se unen al circuito principal de los chakras a través el canal telúrico y el canal celeste.
Sin profundizar demasiado en el análisis de la anatomía sutil, lo que necesitaría de mucho tiempo, vale la pena decir que el aspecto medico terapéutico más interesante de esta teoría es que las enfermedades que se manifiestan en el cuerpo físico casi siempre son consecuencias de congestiones ocurridas en el sistema energético sutil.
En época relativamente reciente los médicos empezaron a hablar de estorbos psicosomáticos como causa de enfermedades clínicas.
Las congestiones sutiles pueden igualmente causar directamente enfermedades físicas o molestias a nivel psíquico que mas tarde, si no son individualizadas y atendidas, se transforman en enfermedades físicas.
Las congestiones “sutiles” pueden ser de origen físico natural (como por ejemplo las ondas radioactivas emitidas de la tierra), artificial (o sea, emitidas para máquinas, como por ejemplo las ondas electromagnéticas emitidas por un teléfono celular o de un horno de microondas), biológica. Pueden emanar de la tierra o del cosmos, de objetos alrededor de la persona enferma, de la presencia o incluso del pensamiento de otras personas.
En conclusión, la medicina sutil es una medicina preventiva, que llama la atención sobre el mantenimiento constante del equilibrio energético para evitar o disminuir la probabilidad de enfermedad.
¿Qué es el cuerpo de energía sutil?
El creciente interés de la ciencia por los aspectos energéticos de los organismos vivos demuestra que se trata de un campo de investigación fecundo e intrigante.
No se trata solamente de la preocupación de los efectos de la contaminación energética, sino sobre todo de la intuición de que tras el nuevo y revolucionario paradigma energético, se esconden muchos misterios todavía no resueltos y la sospecha de que ello pueda abrir el camino a desconcertantes novedades en biología y en medicina.
* El cuerpo absorbe, produce y emana una gran variedad de energías densas y sutiles, a las que se les ha llamado provisionalmente fluens.
El fluens está formado por la energía sutil-vital y por las energías densas ordinarias, las cuales se pueden captar y amplificar por medio de aparatos sensibles, como termógrafos, electroencefalógrafos y fotomultiplicadores.
* El flujo de bioenergía está organizado por una estructura a la que se puede definir cuerpo de energía sutil.
El flujo bioenergético se halla tanto a nivel intracelular como entre las células; existe una continua renovación de las partículas que constituyen el bioplasma celular. A algunas partículas bioplásmicas las absorbe el ambiente exterior, otras se esparcen en el espacio.
Muchos investigadores, entre ellos Inyushin, han descubierto la existencia de fragmentos microscópicos de bioplasma que se desprenden del organismo, se proyectan al aire y se perciben con las manos sin gran dificultad, a los que han llamado bioplasmoides.
El flujo de energía sutil vital tiende a fluir (así como ya habían observado Reichenbach y Reich) de un organismo de un tejido o de un chakra más cargado a otro más descargado. “Tiende a fluir” significa que, en ciertas condiciones, algunas veces esto puede no suceder, a causa de bloqueos y congestiones que impiden el natural fluir de la buena energía.
* El cuerpo de energía sutil es una estructura compuesta por un cierto tipo de plasma frío, el bioplasma.
Todavía sabemos poco sobre la composición del bioplasma y su comportamiento, pero un importante número de investigaciones ya han demostrado que se trata de una realidad cuya existencia se puede probar.
* El cuerpo de energía sutil está provisto de un equilibrio propio y de la capacidad de recobrar este equilibrio.
Esta capacidad de homeostasis del cuerpo etérico ha sido denominada por el físico Viktor Inyushin con un término un poco difícil: estereobioenergostasis.
* El cuerpo de energía sutil es la superficie común entre el organismo y el ambiente energético exterior.
Las complejas interacciones entre los sistemas energéticos del organismo y el ambiente energético exterior son el resultado de las mediaciones del cuerpo de energía sutil, superficie común bioenergética entre el cuerpo físico y el ambiente energético exterior.
* El cuerpo de energía sutil se comporta como una memoria del cuerpo físico.
Bajo el impacto de factores interiores y exteriores el equilibrio del cuerpo de energía sutil se altera, pero sólo por poco tiempo, sucesivamente el equilibrio se restablece con rapidez.
Cuando el equilibrio no consigue restablecerse, el cuerpo físico puede sufrir serios daños, incluso irreversibles. Los estados de alteración del cuerpo de energía sutil corresponden generalmente al estado de congestión etérica.
* La enfermedad tiende a manifestarse en el cuerpo de energía sutil antes que en el cuerpo físico con desequilibrios del espesor de la sustancia bioplásmica y con la presencia de gran cantidad de energía sutil congestionada, constatable en cada patología.
He dicho que la congestión etérica es una modalidad alterada de bioplasma, memoria energética de la enfermedad. Si no se borra esta memoria, si no se elimina el bioplasma tóxico, la enfermedad vuelve, después de un cierto tiempo en que parecía haber sido vencida por las terapias ordinarias.
* Estimulando el equilibrio del cuerpo de energía sutil y eliminando la energía congestionada, es posible conducir al cuerpo físico a las condiciones de salud.
Una vez determinadas las señales que alteran el campo bioplásmico de la célula, estas señales podrán ser corregidas y las células podrán recobrar las condiciones de equilibrio de salud.
Si consideramos la congestión etérica como si fuera un ruido sutil, el cual se superpone al intercambio de información sutil entre las células, podemos imaginar una acción de filtro del ruido que conduce las condiciones bioplásmicas al equilibrio y por consiguiente a la salud.
El Cuerpo y el Aura
En las escuelas nos enseñaron que el cuerpo humano tiene varios sistemas, óseo, respiratorio, digestivo, circulatorio y entre otros el sistema nervioso que envía órdenes en forma de impulsos eléctricos a todos nuestros órganos para que respondan las órdenes de nuestro cerebro.
Pero existe otro sistema del que nunca nos hablaron, este sistema lo podemos llamar sistema energético, eléctrico o vital.
Somos energía en movimiento que almacena y trasmite energía a todo el cuerpo. Esta energía la recibimos del sistema solar por un conjunto de celdas solares llamadas "Chakras".
Esto significa que el hombre no vive solo del alimento y el aire que consume, su energía la recibe por los chakras. Cada chakra es como una antena parabólica que está sintonizada a la frecuencia que requieren los órganos que controla y a la vez funciona como una celda solar o batería que conserva la energía recibida.
Estas señales radio eléctricas se perciben con los diferentes colores de espectro (longitudes de onda), en un lenguaje sencillo podemos imaginarnos conectados con un arco iris en el que cada color energiza a un chakra diferente.
Cada conjunto de órganos del cuerpo se alimenta de energías diferentes.
Como una máquina que requiere de diferentes voltajes para su correcto funcionamiento, es decir que somos similares a los humanoides, estos robots son mejores a medida que su computadora (chip procesador) va alimentando su memoria con más información. Nosotros los humanos somos mejores en la medida que nuestra conciencia se alimenta de experiencias de cada una de sus existencias hasta desarrollar todas sus virtudes que le permite a su espíritu trascender.
No olvide que "somos seres espirituales viviendo una vida humana y no seres humanos tratando de llevar una vida espiritual".
Aceptar que somos materia y energía, que los trastornos o enfermedades no se sanan solo con la medicina convencional, se necesita la ayuda de la medicina complementaria que consiste en el manejo de las energías y el desbloqueo o activación de chacras. Cuando se unen la ciencia médica (medicamentos y/o cirugía) con la medicina alternativa (manejo de energías sutiles) es que se producen los llamados milagros.
Con los párrafos anteriores se explica por qué nuestro complejo y perfecto cuerpo compuesto de tantos órganos sigue funcionando aún con las hamburguesas que comemos, ya entendemos las palabras de Maestro cuando dijo "No solo de pan vive el hombre".
Muchas enfermedades son trastornos moleculares causados por el mal funcionamiento de alguno chakra débil o bloqueado, que no envía suficiente energía al órgano o glándula respectiva.
Este mal funcionamiento del chakra es posible que se origines por trastornos en cuerpo mental o el emocional producto de ira, conflictos, trauma, tristeza, odio, angustia, etc. Y, se conocen como enfermedades psicosomáticas.
La medicina alternativa tiene éxito porque trabaja los cuerpos emocional y mental que es el origen real del malestar.
La medicina científica con sus medicamentos y cirugías logran curar la dolencia que es la consecuencia física de los trastornos sicosomáticos del paciente.
El planeta necesita médicos que unan sus conocimientos científicos a los conocimientos de la conciencia humana y al manejo de las energías sutiles.
El Aura es el resplandor de nuestro cuerpo energético y es nuestro escudo protector, en las dos auras al comienzo del artículo pueden observar una aura débil y perforada, mientras que la imagen de la izquierda es tan grande que el cuerpo se bien protegido.
Cuando entramos a un lugar, nuestra energía se suma a la de las personas que allí se encuentran, nuestra sola presencia puede ayudar a un enfermo, cuando oramos o meditamos en grupo nuestra energía colectiva se transforma en una fuerza que permite que se conecten con la energía Cósmica Formando un puente de luz que atraviesa las energías negativas de la violencia y las guerras que han contaminado nuestro planeta por tantos siglos. Para ayudar al planeta a salir de la oscuridad, debemos alimentar nuestras auras para que nuestra madre Tierra se ilumine con nuestra presencia.
La forma de alimentar el aura es simple y gratis - Busca el contacto con la naturaleza, camina descalzo, desarrolla tus virtudes de paz, armonía, amor, comprensión y compasión...
Agrégale a esta receta unos cinco minutos de meditación matinal y seguro que en corto plazo serás un manantial de hermosa energía que traerá paz a tu entorno y al planeta...
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