Mandragora autumnalis - la Mandrágora es una especie de fanerógama perteneciente a la familia botánica de las Solanáceas, que fue usada extensamente en Europa medicinalmente. Sus raíces han sido usadas durante la historia en rituales mágicos, ya que sus bifurcaciones tienen cierto parecido a una figura humana...
Incluso hoy en día se usa en religiones neopaganas, como la Wicca.
Nombre común - Mandrágora - portugués, castellano, Autumn mandrake, Mandrake, Mediterranean mandrake - inglés, Mandragore - francés, Alraunwurzel, Gemeine Alraune - alemán, Alruuna - finlandés, Alruna - sueco, Alruin - holandés...
Las raíces son gruesas y habitualmente se ofuscan.
El tallo es de color verde oscuro.
Hojas anchas y con una superficie rugosa, y tienen el mismo color del tallo.
Las flores salen del centro, y son de color blanco violáceo.
La planta alcanza una altura de unos 30 cm, y suele encontrarse en zonas sombrías y húmedas, donde no da mucho el sol.
El fruto sale en otoño, tiene color amarillo o naranja, y aspecto similar a una manzana - su ingesta puede producir alucinaciones.
Esta planta crece en bosques sombríos, a la vereda de ríos y arroyos donde la luz del sol no penetra.
Su raíz es gruesa, larga, generalmente dividida en dos o tres ramificaciones de color blancuzco que se extienden por el suelo, sus hojas son de un tono verde oscuro, sus flores son blancas, ligeramente teñidas de púrpura, el fruto es parecido a una manzana pequeña y exhala un olor fétido.
LEYENDAS
Ha sido protagonista de muchas leyendas y rituales.
Los magos hacían con ella algo similar a una figura humana, tallaban una figura en sus raíces presionando la raíz a cierta altura para formar un supuesto cuello, y cortando todas las bifurcaciones excepto cuatro, que serían las extremidades, y las adoraban como a dioses.
Durante la Edad Media era utilizada por las brujas para sus diferentes rituales y ungüentos.
Se creía que la planta tenía características humanas porque sus raíces parecían dos piernas.
Hay historias que cuentan que esta gritaba lamentándose cuando la arrancaban de la tierra, pudiendo enloquecer a las personas y por eso amarraban a un perro a la planta para arrancarla.
Según creencias populares crecía bajo los patíbulos donde caía el semen a veces eyaculado por los ahorcados - durante las últimas convulsiones antes de la muerte o por erección y eyaculación postmorten.
Era usada tanto en magia negra como en magia blanca, ya que es venenosa y curativa al mismo tiempo, según el uso y cuando juzgaron a Juana de Arco la acusaron de usar la planta porque pensaban que ese era el pecado de que oyera voces.
Se dice que favorece la libido.
Los antiguos alemanes la llamaban Alraune.
CULTURA
Nicolás Maquiavelo, autor de "El Príncipe", escribió una comedia titulada "La Mandrágora" en la que un ungüento sacado de la raíz podía sanar la esterilidad. También es citada en la novela de J. K. Rowling "Harry Potter", en la de Laura Gallego García "Mandrágora" y en la película de Guillermo del Toro titulada "El Laberinto del Fauno", también aparece en la obra teatral de Samuel Becket "Esperando a Godot"...
Fue el nombre que adoptó el movimiento surrealista que formara el poeta Vicente Huidobro.
En la Biblia, Raquel la mujer de Jacob, pidió a Lea la otra esposa de éste las Mandrágoras que el hijo de ésta recogió en el campo.
A cambio de ellas cedió a Lea el derecho a pasar la noche con su esposo Jacob.
Puesto que la Biblia dice que Raquel era estéril quizás pensase que esta planta la ayudaría a concebir.
COMPOSICÍON QUIMICA
Contiene alcaloides, tales como atropina y escopolamina.
Se usaba como anestésico, ya que estas sustancias merman los impulsos nerviosos.
En grandes dosis se entraría en coma.
FARMACOLOGÍA - Mecanismo de acción y formas de empleo
Se sabe que la Mandrágora se administra en forma oral.
Como contiene principalmente atropina, se comporta de manera similar a la Belladona - en dosis bajas bloquea los receptores de la acetilcolina deprimiendo los impulsos de las terminales nerviosas, mientras que en dosis elevadas, provoca una estimulación antes de la depresión.
USOS TERAPÉUTICOS
Aunque demasiado tóxico, para utilizar en casa, los remedios que ésta planta tiene son muchos.
Los indios americanos utilizaron la raíz como un laxante fuerte, para tratar gusanos, parásitos, y para numerosas otras cosas.
La raíz, se utiliza actualmente contra el cáncer - la droga Etopósido, deriva de la raíz de esta planta.
En la medicina antigua las hojas de Mandrágora hervidas en leche se aplicaban a las úlceras...
La raíz fresca se usaba como purgante y macerada y mezclada con alcohol se administraba oralmente para producir sueño o analgesia en dolores reumáticos, ataques convulsivos e incluso de melancolía.
En tiempos de Plinio se empleaba como anestésico dándole al paciente un pedazo de raíz para que la comiera antes de realizar una operación.
Se usa para quitarse las legañas y almorranas mejor conocidas como hemorroides.
En algunos fuentes literarios o sitios Web se puede encontrar la informacíon sobre el Aceite Esencial de Mandrágora y su uso en Aromaterapia - NO HAY ACEITE ESENCIAL DE MANDRÁGORA.
EN AROMATERAPIA NO USAN ESTA PLANTA.
DOSIS - No existen registros de dosificaciones exactas.
Únicamente hay menciones en el sentido de que su uso en pequeñas cantidades era seguro, mientras que en dosis mayores provocaba delirios y locura o muerte por intoxicación...
CULTIVO
El cultivo de la Mandrágora de otoño no es complicado en climas mediterráneos, donde se puede mantener al aire libre.
Las semillas recolectadas en invierno o primavera germinan en un porcentaje bastante elevado al otoño siguiente, tras las primeras lluvias.
Las plantas recién nacidas son sorprendentemente parecidas a las de Tomate, Pimiento u otras solanáceas.
La planta parece adaptarse a cierta variedad de sustratos, aunque lo mejor son suelos arenosos que drenen bien, y con pH ácido o neutro.
El crecimiento de las raíces es bastante rápido, y a los seis-ocho meses la raíz tiene ya el famoso aspecto antropomorfo y llega a los tres cm de ancho por seis o siete de largo.
Por eso, si las semillas se germinan en semilleros o alvéolos poco profundos, es importante repicar las plántulas cuando tienen tres o cuatro hojas a macetas de al menos 20 cm de profundidad, con un buen drenaje al fondo - piedras, arena o grava.
Si se pasan a macetas menos profundas, es muy probable que las plantas se vayan literalmente al fondo y acaben intentando sacar las raíces por los agujeros de drenaje, lo que después complica el trasplante y aumenta el riesgo de rotura de las raíces.
El repicado o trasplante puede hacerse en cualquier momento del ciclo vegetativo, pero lo mejor es hacerlo cuando las plantas pierden las hojas a principio de verano y entran en reposo hasta septiembre u octubre.
Durante este reposo estival no es necesario regar las plantas, pero durante la época de crecimiento son relativamente sensibles a la falta de agua, y el sustrato no debe secarse completamente.
La primera floración puede tener lugar al año - otoño-invierno siguiente al de la germinación.
PLAGAS Y ENFERMEDADES - La principal plaga son los caracoles, que parecen inmunes a los alcaloides de las hojas y pueden defoliar las plantas casi completamente.
La mosca blanca puede producir ataques no muy intensos, aunque es posible que pueda transmitir virus que afecten negativamente al desarrollo de las plantas, como el del mosaico del tabaco y otros propios de solanáceas.
En semillero es conveniente usar algún fungicida para hongos de semillero, como el propamocarb, benomilo, tiram, etc., y tener cuidado con el exceso de humedad.
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La MANDRÁGORA - Mandrágora officinarum, cuyo nombre proviene
del latín "mandragora" y del griego "mandragóras" - dañino para
el ganado, es una planta mágica por excelencia, que no se
utiliza en medicina popular, debido al peligro que entrañan
sus componentes.
Conocida por los nombres vulgares de Berenjenilla o Uva de Moro, Atropa Mandrágora, también conocida como Manzana de Satán, Manzana del amor o Planta de Circe...
Está considerada como psicotropica muestra una raíz gruesa, larga y
blanquecina, de caprichosas formas - pues en muchas ocasiones,
esta asemeja la figura humana...
Propia de los países mediterráneos y templados en general.
Se encuentra en el Sur de la península Ibérica, en el área que
abarca de Jaén a Málaga, y del Algarbe a la cuenca inferior
del Tajo, el norte de África y Asia occidental...
Aunque la verdadera Mandrágora, la de los magos, sólo crece en
abundancia en el Himalaya, sobre todo el Tíbet, donde los
sacerdotes la cultivan.
Crece en bosques sombríos, a orillas de las corrientes y sitios misteriosos en los que jamás penetra el Sol.
Las principales virtudes de la Mandrágora se deben a la mandragorina, un
complejo alcaloideo compuesto por hiosciamina, escopolamina,
pseudohiosciamina, escopoletina, atropina, ácido atropico,
etc...
El conocimiento de las virtudes mágico-curativas de esta misteriosa planta, se remonta a tiempos muy lejanos.
Josefus, Buda, Confucio y Mahoma, la mencionaban.
Uno de los primeros ejemplos del uso de la también denominada “Mandrácula”, lo encontramos en los egipcios, exactamente en el Papiro de Ebers, escrito 1500 antes de Jesús. En este papiro el uso de la Mandrágora figura como excitante sexual. Se la designa como "dujajim" - el fruto que excita el amor. En la estatua
funeraria de Ja, podemos apreciar que su silla lleva por decoración Mandrágoras, en la tumba de Nakht vemos cestas llenas del fruto pestilente de la Mandrágora y así una sucesión de muchos notables nombres, como en la tumba de Nebamon, en la de Ramose, la tumba de Menna, en la tumba de Nakht, tumba de Nebamon, también en la tumba de los escultores de Amenofis III. Quizá la mas conocida sea la de la momia de Tutankamón 1350 años a.C. exactamente en el tercer ataúd, nos topamos con un curioso collar con seis vueltas y formado con
once raíces, las cuales dotarían al faraón de una indudable
capacidad sexual. Algunos entendidos en el arte egipcio del siglo XIV a.C. manifiestan una clara aportación de los efectos psicoactivos de la Mandrágora en el arte y un acercamiento al mundo osiríaco durante los funerales. Se cree que la introducción de esta planta en el Antiguo Egipto, pudo ser debida a las
búsquedas de nuevas sustancias psicoactivas, que fuesen mas potentes que otras que ya se utilizaban en aquella época, como el Nenúfar. Pero la alta toxicidad de la Mandrágora, origino muchas intoxicaciones las cuales se paliaban con Opio. A veces se llagaba a la muerte por sobredosis de Mandrágora, pese a la regulación de las dosis efectuadas por los médicos. Pese a todo esto, se convirtió en la droga por excelencia, gracias a su realismo en cuanto a las alucinaciones se refiere.
Los druidas antiguos llamaban a esta hierba "Curadora total".
Teofrasto Paracelso la llama Simili – Homo y Eldal, Árbol de cara de hombre, y las tradiciones populares, Hombrecillo plantado...
Cuando la arrancaban de la tierra, decían que el hombrecillo encerrado en ella exhalaba ayes lastimeros y gemidos agudos.
Se supone que los gemidos que emitía la planta eran capaces de matar a quien los escuchara, por lo que en la Edad Media se ataba a un perro hambriento al cuello de la raíz, ponían fuera de su alcance un pedazo de carne y se alejaban a todo correr. Cuando el can, tirando de la cuerda, arrancaba la Mandrágora, él era quien oía el grito que daba la muerte. Era menester cogerla bajo una horca, observando ritos particulares, y solamente en determinadas condiciones
disfrutaba de todas sus propiedades.
También era recogida el primer día de la Luna Nueva.
Según Paul Sedir, Teofrasto aconsejaba trazar tres círculos con una espada en torno a la planta y arrancarla mirando al Oriente. No se había de cortar con cuchillos, tijeras ni ningún instrumento de hierro o acero.
Entraba en la composición de los Filtros, de los maleficios y en diferentes
recetas de los hechiceros, puesto que su extracción se consideraba peligrosa.
Hay una variedad de Mandrágora llamada Hembra, que se distingue por sus hojas pequeñas, por sus flores púrpuras y su fruto largo.
Una obra de la Edad Media distingue esta variedad, en forma de un Hombre y una Mujer, Adán y Eva, en el Paraíso Terrenal.
Las aplicaciones de la Mandrágora son muchas.
El cocimiento de esta planta en vino, dio origen al Mandragorito - vino que
tiene propiedades narcóticas.
Dioscórides, en “Materia médica”, dice sobre las propiedades curativas de la
mandrágora: “Algunos cuecen las raíces en vino y lo guardan para dar un ciato a quienes no pueden dormir o padecen algún dolor. Y a los que quieren cortar o cauterizar, para que no sientan el tormento. Si se toman de este licor dos óbolos con clarea, purgan por arriba la flema y la melancolía, como el eléboro. Pero si se bebe en mayor cantidad, es mortífero. Mezclase en las medicinas para los ojos, y en las que mitigan el dolor. Metido así por dentro de la natura de la mujer, en
cantidad de medio óbolo, atrae el menstruo y el parto...”
Se dice de la Mandrágora que es un potente afrodisíaco, y colocada bajo la almohada hará que un amante indiferente sea tierno y apasionado.
También tiene la reputación de dar gran potencia sexual a su dueño.
Se debe empapar en vino blanco cada viernes y ser guardada cuidadosamente envuelta en una tela de seda roja.
Si se le cuida con esmero se dice que dobla la cantidad del dinero qué se le deja a su lado raíces de Mandrágora se pueden comprar en determinados herboristas pero, normalmente, a precios desorbitados.
Pero la Magia blanca obtiene aún mayor resultado para curar todas las enfermedades de los órganos sexuales, los riñones y, sobre todo, es el remedio por excelencia contra los males del bazo - el bazo tiene gran importancia astral. Usándose una cantidad pequeñísima de la raíz para el efecto astral.
Antiguos documentos describen a la Mandrágora como una planta
que: "Adormece el primer día y vuelve loco el segundo".
La Mandrágora officinarum o Atropa mandrágora es notable por la influencia que ejerció en Europa durante el medioevo. Los campesinos de aquellos tiempos le tenían horror porque creían que poseía ciertas características humanas.
En los textos de magia se habla de ella con verdadero culto. Contribuyeron mucho a la celebridad de esta planta los charlatanes que vendían su raíz a altísimos precios, gracias a las cualidades que le atribuían.
Se sabe que la Mandrágora se administra en forma oral.
Como contiene principalmente atropina, se comporta de manera similar a la Belladona - en dosis bajas bloquea los receptores de la acetilcolina deprimiendo los impulsos de las terminales nerviosas, mientras que en dosis elevadas, provoca una estimulación antes de la depresión.
En la medicina antigua las hojas de Mandrágora hervidas en leche se aplicaban a las úlceras, la raíz fresca se usaba como purgante, y macerada y mezclada con alcohol se administraba oralmente para producir sueño o analgesia en dolores reumáticos, ataques convulsivos e incluso de melancolía.
En tiempos de Plinio se empleaba como anestésico dándole al paciente un pedazo de raíz para que la comiera antes de realizar una operación.
Su uso en pequeñas cantidades era seguro, mientras que en dosis mayores provocaba delirios y locura o muerte por intoxicación.
Se supone que Julieta empleó un elixir preparado con Mandrágora para fingir su muerte, mientras que Romeo se envenenó con Acónito.
En vista de que su raíz suele bifurcase, eso ha hecho que a la Mandrágora se le compare con un cuerpo humano.
Un médico francés llamado Laurent Catelan aseguraba que «La Mandrágora procede del esperma de un hombre, que en la germinación de esta planta hace el oficio y el efecto del grano», esperma preferentemente "de hombres colgados de la horca o aplastados por las ruedas..., licuándose y vertiéndose con la grasa, cayendo gota a gota en tierra (que, sin duda, por la frecuencia de los cadáveres colgados, debe de estar feraz y untuosa como la de un cementerio)."
En su Herbarium, Apuleius prescribe "para la idiotez, que es enfermedad del diablo o posesión demoníaca, tomar del cuerpo de la planta llamada Mandrágora el peso de tres peniques, administrarla para beber en agua caliente..., el enfermo pronto se curará."
Las creencias más arraigadas durante esta época consideran también que la Mandrágora elimina la esterilidad - de hecho la referencia mas antigua que figura se encuentra en el Génesis. (Génesis XXX.14-16).
Todas las supersticiones sobre la Mandrágora llegaron a Europa a través de Oriente, unas con la magia árabe, otras con la judía, porque en este país la mandrágora adquirió y todavía tiene incontables virtudes sobrenaturales.
En la península Ibérica la Mandrágora, como en el resto de Occidente y Oriente, gozó de grandes beneficios mágicos.
Según la leyenda, de los Tentirujos o diablillos tentadores de Cantabria - espíritus incorpóreos que habitaban los bosques, utilizaban la raíz de Mandrágora para conseguir los favores de las jóvenes del lugar.
Los hebreos llamaron a la mandrágora “Jabora” y le atribuían también virtudes mágicas, principalmente para concebir hijos.
En contrapartida los árabes despreciaron a la mandrágora por tenerla como una planta peligrosa.
La Mandrágora se consideró en todos los tiempos un excelente condensador de las energías cósmicas.
Para Kroeber la Mandrágora es el verdadero "alraum" o "alruna", es decir, la verdadera raíz antropomorfa a la cual la tradición popular atribuía numerosos poderes mágicos. No puede obviarse que en Alemania, desde los tiempos de los godos, la voz "alruna" designa a la “bruja” y a la raíz de la Mandrágora.
No solo en Alemania, también en otros países de Centro Europa, la Mandrágora se consideró una hechicera convertida en planta. En el medievo europeo, la Mandrágora formó parte de un ungüento de brujas, que les permitia volar a los aquelarres. En Francia, por ejemplo se cree en la existencia de un hada llamada “Mandaglorie” o “Maglore”, capaz de procurar grandes riquezas a quienes cuidan de la planta. En otros países existieron los “Mandrágoros” o diablos familiares, que bajo la apariencia de hombrecillos negros sin barba y cabellos esparcidos, procuraban toda suerte de travesuras a las amas de casa.
Elena Petrovna Blavatsky (1831-1891), teósofa rusa que asimiló los elementos del hinduismo a las doctrinas del ocultismo occidental, la cábala y el espiritismo, en su obra “Glosario teosófico”, dice de la Mandrágora: “La raíz de esta planta
tiene forma humana. En ocultismo la utilizan los magos negros para diversos fines malvados, y algunos ocultistas de la mano izquierda, hacen homúnculos con ella ...”. Su Elemento es el fuego y su planeta regente, Mercurio.
En el siglo XVIII la mística y magia de la mandrágora cayeron en desuso, tomando las riendas del pensamiento, la ciencia empírica y el racionalismo.
Hoy en día la Mandrágora es difícil de encontrar en herbolarios, y ha quedado en el olvido...
Sólo en la magia china tiene todavía aplicaciones...
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