El PODER de la Aromaterapia es, también, el PODER de quienes saben aprovecharla...
PODER que nada tiene que ver con cuestiones ligadas a la autoridad o a la jerarquia...
Un PODER humilde y generoso como la NATURALEZA...
Además, la Aromaterapia permite al terapeuta complementar y potenciar efectos para lograr mas sinergia con otras Medicinas Naturales...

...veamos la atmósfera de otro color y los problemas desde otro punto de vista...

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19 junio 2012

MIEDO

“Todos nacemos del mismo modo, pero podemos morir de cien modos diferentes.”
"¡Qué curioso es el hombre, nacer no pide, vivir no sabe, morir no quiere!"
"Le pedí a Dios todo para gozar la vida, él me dio vida para gozarlo todo."
"Cuando Dios desea enviar un desastre sobre una persona, primero le envía un poco de suerte para que goce y ve si puede recibirla de una manera decorosa. Cuando Dios desea enviar bendiciones sobre una persona, primero le envía un poco de desventuras para ver cómo puede soportarlas."
"El que teme sufrir, sufre de temor."
"Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo."
El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales, por ejemplo el ser humano. La máxima expresión del miedo es el terror. Además el miedo está relacionado con la ansiedad.
El miedo es un tema completamente atónito. Representantes de diferentes disciplinas lo estudian intensamente: aparte de psicólogos, este tema lo tratan médicos, teólogos, filósofos y también biólogos, sobre todo los especialistas en biología de la evolución.
Existe miedo real cuando la dimensión del miedo está en correspondencia con la dimensión de la amenaza. Existe miedo neurótico cuando la intensidad del ataque de miedo no tiene ninguna relación con el peligro. Ambos, miedo real y miedo neurótico, fueron términos definidos por Sigmund Freud en su teoría del miedo. En la actualidad existen dos conceptos diferentes sobre el miedo, que corresponden a las dos grandes teorías psicológicas que tenemos: el conductismo y la psicología profunda. Según el concepto conductista el miedo es algo aprendido. El modelo de la psicología profunda es completamente distinto. En este caso, el miedo existente corresponde a un conflicto básico inconsciente y no resuelto, al que hace referencia.
Enfoques sobre el miedo:
Desde el punto de vista biológico, el miedo es un esquema adaptativo, y constituye un mecanismo de supervivencia y de defensa, surgido para permitir al individuo responder ante situaciones adversas con rapidez y eficacia. En ese sentido, es normal y beneficioso para el individuo y para su especie.
Desde el punto de vista neurológico, es una forma común de organización del cerebro primario de los seres vivos, y esencialmente consiste en la activación de la amígdala, situada en el lóbulo temporal.
Desde el punto de vista psicológico, es un estado afectivo, emocional, necesario para la correcta adaptación del organismo al medio, que provoca angustia y ansiedad en la persona, ya que la persona puede sentir miedo sin que parezca existir un motivo claro.
Desde el punto de vista social y cultural, el miedo puede formar parte del carácter de la persona o de la organización social. Se puede por tanto aprender a temer objetos o contextos, y también se puede aprender a no temerlos, se relaciona de manera compleja con otros sentimientos (miedo al miedo, miedo al amor, miedo a la muerte, miedo al ridículo) y guarda estrecha relación con los distintos elementos de la cultura.
Desde el punto de vista evolutivo, el miedo es un complemento y una extensión de la función del dolor. El miedo nos alerta de peligros que no nos han ocasionado algún dolor, sino más bien una amenaza a la salud o a la supervivencia. Del mismo modo en que el dolor aparece cuando algo nocivo ataca nuestro cuerpo el miedo aparece en medio de una situación en la que se corre peligro.
Para algunos, el miedo en el ser humano no guarda ninguna relación fisiológica (como reacción de alerta), sino que es un producto de la consciencia, que expande nuestro nivel de conocimiento.
Fisiología, psicología y bioquímica del miedo:
El miedo es un producto emocional del cerebro. Esquema del sistema límbico del cerebro humano. El mecanismo que desata el miedo se encuentra, tanto en personas como en animales, en el cerebro, concretamente en el cerebro reptiliano, que se encarga de regular acciones esenciales para la supervivencia como comer y respirar, y en el sistema límbico, que es el encargado de regular las emociones, la lucha, la huida, la evitación del dolor y en general todas las funciones de conservación del individuo y de la especie. Este sistema revisa de manera constante (incluso durante el sueño) toda la información que se recibe a través de los sentidos, y lo hace mediante la estructura llamada amígdala cerebral, que controla las emociones básicas, como el miedo y el afecto, y se encarga de localizar la fuente del peligro. Cuando la amígdala se activa se desencadena la sensación de miedo y ansiedad, y su respuesta puede ser la huida, el enfrentamiento o la paralización. Se ha encontrado que la sensación de miedo está mediada por la actuación de la hormona antidiurética (o "vasopresina") en la amígdala cerebral y que la del afecto lo está por la de la hormona oxitocina, también en la amígdala. Está en estudio un antagonista selectivo de la vasopresina, el compuesto SSR149415, que bloquea la sensación de miedo "social" -miedo hacia otros animales de la misma especie- pero no otros tipos de miedo; los fármacos que bloquean el miedo social por antagonismo de la vasopresina es posible que nunca se comercialicen dadas las funciones, biológicas y de otros tipos, que tiene tal tipo de miedo en el funcionamiento de las sociedades animales incluida la humana (es de destacar que el etanol inhibe la producción de vasopresina); estudios con resonancia magnética de la amígdala cerebral están encontrando datos que indican que los llamados "psicópatas sociales" sufren atrofia de las amígdalas cerebrales lo que les provocaría la pérdida del miedo social y del afecto que les caracteriza. Es interesante señalar que el miedo al daño físico provoca la misma reacción que el temor a un dolor psíquico.
La extirpación de la amígdala parece eliminar el miedo en animales, pero tal cosa no sucede en humanos (que a lo sumo cambian su personalidad y se hacen más calmados), en los que el mecanismo del miedo y la agresividad es más complejo e interactúa con la corteza cerebral y otras partes del sistema límbico.
El miedo produce cambios fisiológicos inmediatos: Se incrementa el metabolismo celular, aumenta la presión arterial, la glucosa en sangre y la actividad cerebral, así como la coagulación sanguínea. El sistema inmunitario se detiene (al igual que toda función no esencial), la sangre fluye a los músculos mayores (especialmente a las extremidades inferiores, en preparación para la huida) y el corazón bombea sangre a gran velocidad para llevar hormonas a las células (especialmente adrenalina). También se producen importantes modificaciones faciales: agrandamiento de los ojos para mejorar la visión, dilatación de las pupilas para facilitar la admisión de luz, la frente se arruga y los labios se estiran horizontalmente.
 Como el sistema límbico fija su atención en el objeto amenazante, los lóbulos frontales (encargados de cambiar la atención consciente de una cosa a otra) se desactivan parcialmente. Durante un ataque de pánico la atención consciente queda fijada en el peligro, y si los síntomas fisiológicos como el ritmo cardíaco o la presión sanguínea son interpretados por el sujeto como una confirmación de la realidad de la amenaza se produce una retroalimentación del miedo, que impide una ponderación del auténtico riesgo. Esto sucede, especialmente, en el caso de las fobias: la atención del fóbico es incapaz de prestar atención a otra cosa y magnifica el peligro ante la incomprensión de los presentes.
La consolidación en la memoria de un episodio de miedo intenso (o de un trauma) no es inmediata. Según los investigadores Min Zhuo, Bao Ming Li y Bong Kiun Kaang la activación de los receptores NMDA (que son las moléculas que reciben las señales bioquímicas que provocan un efecto fisiológico concreto) provoca que en esos receptores se produzca una huella en las células cerebrales. En concreto, sería la subunidad molecular llamada NR2B la que serviría de marca de memoria. En experimentos realizados con ratones, el bloqueo de la NR2B en la corteza prefrontal produjo la desaparición de la reacción a un miedo previamente experimentado.
Otro estudio sobre lo que provoca miedo en una persona - realizado por un equipo de investigadores alemanes de la Clínica Universitaria Charité de Berlín, y conducido por el psiquiatra Andreas Heinz demostró la relación entre la dopamina y la sensación de miedo.
Este estudio arrojo que la dopamina, una sustancia neurotransmisora, estimula o frena la actividad de las células nerviosas en el cerebro. En este estudio se encontró que poca dopamina en algunas áreas del cerebro provoca la interrupción o trasformación de la comunicación entre las células nerviosas. Las personas con una elevada concentración de dopamina en la amígdala cerebral (Corpus amygdaloideum), área en el cerebro que participa en el procesamiento emocional, reaccionaron con más miedo y estrés que aquellas personas con una menor concentración de dicha sustancia.
Además se concluyó que hay otro factor que influye en las sensaciones de miedo; este es la comunicación existente entre la amígdala cerebral y el cíngulo anterior, otra región cerebral. Ambas están interconectadas a través de fibras nerviosas. Estas regiones se comunican cuando la persona percibe algo negativo. Cuanta más comunicación hay entre ambas regiones, menos miedo sentían las personas afectadas; en cambio personas con poca o pobre comunicación sienten más miedo.
Miedo y religión:
El miedo a la enfermedad, a la pobreza, a la guerra y a la muerte está presentes en la iconografía apocalíptica tradicional. Los cuatro jinetes, grabado de Durero. La Biblia cristiana hace mención al miedo en su primer libro. En concreto, el miedo se convierte en atributo humano por causa del pecado original: Y llamó Jehová Dios al hombre, y le dijo: ¿Dónde estabas tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. (Génesis, 3,9)
Antropológicamente hablando, el miedo se encuentra inserto en los sistemas religiosos desde sus textos fundadores. Algunos especialistas como M. Korstanje, quien ha estudiado ampliamente el fenómeno, sugieren que la religión no es por sí misma generadora de temores o angustias, pero si lo es el discurso político al cual apelan para generar adoctrinamiento. Dependiendo de las diferentes sociedades y sus coyunturas económicas, es decir, la forma en que se organizan para circular bienes escasos, los miedos comienzan a actuar como narrativas protectoras que a la vez prohíben ciertas prácticas, fomentan otras. En la edad Media, por ejemplo, las brujas representaban una grave afrenta para el orden patriarcal vigente, no por lo que hicieran sino por el hecho que la mayoría de ellas eran mujeres viudas o solteras las cuales habían heredado una gran fortuna o vivían en extrema pobreza. Su condena social representaba una forma correctiva que el mismo sistema utilizaba para establecer la hegemonía del orden económico patriarcal.
Las religiones monoteístas evidencian un tipo de miedo religioso, el temor de Dios y cada una, desde el judaísmo hasta el islam han desarrollado su particular teología al respecto. Es de destacar que ciertas religiones recurren a adoctrinar en el periodo de aprendizaje infantil con amenazas de sufrimiento infinito y eterno si no se cree en sus postulados y si no se cumplen sus normas. Otras religiones, como el budismo, se fundamentan directamente en la necesidad de evitar el dolor y el sufrimiento, y por tanto, de manera indirecta, tienen una especial relación con el miedo.
El miedo irracional:
El ser humano es un ser que experimenta diferentes tipos de emociones a lo largo del día. Existen emociones agradables como la alegría, el gozo, el entusiasmo, la humildad… Por el contrario, existen emociones desagradables como por ejemplo, la tristeza, la envidia, el rencor, el resentimiento, la rabia, el miedo… Sin duda, el miedo limita la capacidad vital de un ser humano. En última instancia, el miedo hace referencia a un mal que está por llegar. Es decir, el ser humano se adelanta mentalmente al futuro y predice algo que le angustia. Sin embargo, el futuro como tal es una hipótesis, es decir, luego se presenta de diferente forma. Por este modo, los expertos en el ámbito de la psicología recomiendan aprender a concentrar el pensamiento en el presente para evitar una huída hacia el futuro mediante la planificación o hacia el pasado mediante el recuerdo.
Sin duda, el temor también tiene un efecto positivo puesto que el miedo es una herramienta de supervivencia. Sin duda, gracias al miedo el ser humano puede defenderse del peligro, protegerse y evitarlo. Pero el miedo no sólo puede ser racional, es decir, basado en una causa concreta. Este tipo de miedo desaparece en el mismo instante en que se anula la causa que lo produce.
Sin embargo, el miedo también puede ser irracional, es decir, no tener una lógica racional ni una causa concreta. Así sucede en la fobia. Por ejemplo, algunas personas tienen miedo a los espacios abiertos, otras por el contrario, sienten pánico en los lugares cerrados como un ascensor.
Cualquier fobia limita la vida de una persona puesto que por lo general, quien padece un temor de este tipo evita realizar aquellas actividades que le asustan. De este modo, el miedo crece y crece sin límite puesto que la fobia aumenta en la medida en que no se afronta...
RECOMIENDO los Aceites Esenciales que pueden ayudar a controlar éstos estados psico-emocionales: Albahaca, Azahar, Cedro, Coriandro, Enebro, Geranio, Ilang Ilang, Jengibre, Lavanda, Limon, Manzanilla, Mejorana, Menta, Mirra, Naranja, Petitgrain, Sandalo, Vetiver...

“MEDICINA DEL CUERPO, LA MENTE Y EL ESPIRITU”


La Medicina Natural y la llamada Medicina convencional u occidental — suelen entrar en conflicto.
Muchos defensores de la curación a través de plantas y tratamientos naturales reniegan de los doctores y sus tratamientos invasivos. Los médicos, por su parte, suelen decir que la Medicina Natural es ineficaz, insegura y aficionada…
Cualquier tratamiento que no sea clasificado como "ortodoxo" o alopático se lo denomina bajo el nombre de "Medicina Natural".
Los tratamientos más frecuentes son la Reflexología, la Homeopatía, la Acupuntura o Medicina china, la Aromaterapia…
Todas estas alternativas pueden complementar tratamientos ortodoxos. Se basan en tratar a la persona como un "Todo" y consideran también el estilo de vida, tipo de alimentación y estado emocional antes de decidir un tratamiento. Se han utilizado por cientos de años, basándose en la observación y aunque es muy difícil cuantificar los resultados, en la práctica diaria muchas veces resultan exitosos.
Son pocos los que proponen tratamientos colectivos, no enfrentar la Medicina Natural versus la Medicina convencional, sino entender que el desarrollo clínico ha producido grandes avances, mientras que los tratamientos naturales pueden complementarlos o ayudarnos a prescindir del medicamento...

Lo que no se puede hacer es generalizar.
Hay medicinas invaluables y otras que sería mejor no tomarlas. Hay tratamientos naturales que son insuficientes y otros que nos pueden salvar la vida. Muchas de las técnicas se han perfeccionado por siglos y la investigación médica aún no las alcanza.
Lo mejor que pueden hacer es trabajar en conjunto.

 Sin embargo, hay que entender que la Medicina Natural también abarca un amplísimo espectro y no se pueden generalizar sus beneficios, como tampoco las desventajas pueden aplicar a todas.
Énfasis en la salud, no en la enfermedad

La principal diferencia entre la llamada medicina alopática y la mayoría de las terapias alternativas es el énfasis en la enfermedad. La medicina occidental desarrolla sistemas de medición y combate a síntomas, que representan la enfermedad. Remedios contra dolor de cabeza, urticaria, cáncer o esquizofrenia, todos desde la perspectiva de que algo que puede ser un síntoma, también puede ser un mal.

Las terapias alternativas tienden a no mirar la enfermedad, sino a buscar la salud a través del equilibrio en el cuerpo.

El cuerpo revela una relación entre los síntomas y la enfermedad, la cual es medida y tratada por la medicina occidental. En cambio, la relación sutil entre las energías del cuerpo, el origen de la enfermedad, es mucho más difícil de medir por aparatos tecnológicos y por lo tanto su efectividad queda comprometida.

Los avances tecnológicos de las últimas décadas parecen avanzar hacia un rompimiento con el paradigma cartesiano, en el que la medicina (occidental) debe ocuparse del cuerpo, mientras la religión de los sentimientos y del alma. Las tecnologías recientes concuerdan con muchos de los principios de la medicina alternativa, en que el individuo debe ser comprendido como un todo, no como una colección de órganos, ni mucho menos como un síntoma que deba ser remediado.


Ventajas de MEDICINAS NATURALES
  • Son menos agresivas para el cuerpo.
  • Promueven el bienestar general, no sólo combaten un síntoma.
  • Muchos tratamientos naturales también te ayudan con tus emociones.
  • No tienen efectos a largo plazo. A diferencia de muchas medicinas que dejan sustancias en tu cuerpo que pueden dañar tus órganos.
  • Son más económicos. Porque no estás pagando ni el laboratorio ni la patente.
  • Son preventivos. Puedes recibir un tratamiento antes de que aparezcan síntomas de la enfermedad.
  • No son agresivos con el cuerpo. Al ser naturales, salvo excepciones, son fáciles de asimilar y eliminar.
  • Son holísticos, no específicos. Miran al cuerpo como un todo, se interesan por que todo esté bien, no una parte.
Desventajas
  • No las someten a los mismos controles de calidad. Muchos productos pueden no ser lo que prometen. Al haber una menor supervisión, también hay un desconocimiento de sus consecuencias.
  • Son más lentos. La mayoría de los tratamientos se concentran en el origen del problema, no en el síntoma, por lo que el síntoma puede tardar más en desaparecer.
  • Las dosis no están controladas. Es difícil saber si estás tomando o recibiendo la cantidad que necesitas.
  • Son holísticos, no específicos.
  • Son menos eficaces para aliviar un problema agudo o una emergencia.
  • Muchos tratamientos naturales no están cubiertos por el seguro, por lo que su costo debe ser asumido de manera adicional.

17 junio 2012

MEDICINA BIOENERGÉTICA

La medicina bioenergética forma parte de las denominadas medicinas alternativas y complementarias.
Esta medicina está basada en la aplicación con fines terapéuticos de agentes vitales bioenergéticas, de acuerdo al principio de que todo es energía, con el propósito de restaurar la interrelación de las unidades energética básicas de la persona. Los beneficios de su accionar terapéutico se relacionan directamente con el estado de la energía vital del enfermo, por ello se le denomina también medicina vitalista.
Si bien la medicina bioenergética comparte algunos términos y enfoques con el naturismo y la medicina natural (bioenergética), se diferencia de éstas porque propone una visión integral del ser humano basada en resonancias estacionales, visión que nace desde la ciencia Kun Li.
La medicina bioenergética Kun Li busca restaurar el equilibrio cuerpo-mente-alma con agentes vitales aplicables en sutiles impulsos y antes de que la vitalidad del enfermo sobrepase la frontera humoral denominada corte biológico.
La medicina bioenergética nace del conocimiento ancestral de la vida de los antiguos sabios himalayos. En las últimas décadas, su aprendizaje y aplicación terapéutica se ha extendido en Occidente.
Esta medicina da importancia al mantenimiento de la salud, por ello ha desarrollado diversas técnicas que permiten mantenerse saludable. De acuerdo a la medicina bioenergética, es a través del mantenimiento de la armonía mente-cuerpo y del equilibrio entre de las unidades energéticas básicas como se conserva la salud. En caso de desequilibrio (enfermedad), la relación energética puede ser restaurada si se encuentra en fases primarias de descompensación, es decir, cuando aún está a niveles energéticos y las funciones vitales de los órganos importantes como el corazón, hígado, riñón, etc., no se encuentran afectados.
Los beneficios terapéuticos de la bioenergética están en directa relación con la energía vital propia de cada persona.
Algunas de las técnicas bioenergéticas para el mantenimiento de la salud son: Tayuki, Tao-Taichi, Kriyayoga, Agniyoga, Qikung, Mantras… Quienes practican alguna de estas técnicas adquirirían además una fortaleza adicional que les permitiría tolerar mejor el estrés emocional, laboral y medioambiental.
CONCEPTO DE ENFERMEDAD
Para la medicina bioenergética, la causa primaria de la enfermedad es el desequilibrio en la relación energía-sangre que puede manifestarse como exceso o deficiencia, siendo ello un proceso de lento y largo desarrollo que sigue ciertas pautas específicas regidas por leyes naturales. En este contexto, el dolor es el indicio de un desequilibrio, y es denominado bloqueo energético. La causa que origina el desequilibrio o el dolor es materia a investigar por el especialista bioenergética en forma específica.
Las terapias bioenergéticas generalmente utilizan técnicas como drenaje, desbloqueo, balance y armonización, conjuntamente con el uso de agentes vitales, aromas y tonos en puntos psicosomáticos del cuerpo.
En esta medicina, así como en otras disciplinas de las medicinas complementarias y alternativas, hay diferentes estilos o linajes, los que se diferencian por la visión que tienen del enfermo. Algunos linajes consideran al enfermo y su enfermedad en relación a los designios de la divinidad; la visión moderna ve una relación kármica directa, es decir causa y efecto; el linaje ancestral lo hace en relación a la fuerza causativa del alma que origina para sí misma un aprendizaje. Esta última es la visión de la Medicina Bioenergética Kun Li.
La medicina bioenergética pone énfasis en la prevención, entendida como la mantención del estado coherente de los chakras. Estos centros energéticos, conocidos desde tiempos ancestrales, han sido estudiados por investigadores y científicos durante las últimas décadas, entre otros por la científica norteamericana y máster en física atmosférica de la Universidad de Wisconsin, Bárbara Ann Brennan, quien trabajó como investigadora de la NASA. Bárbara Ann Brennan estudió además terapia bioenergética, y es autora de los libros Manos que Curan y Hágase la Luz.
El terapeuta naturista (Heilpraktiker) Martin Keymer, coautor del libro Terapia Bioenergética, quien ejerce desde el año 1978, ha aportado también al diagnóstico y a la terapéutica bioenergética, particularmente a través de sus investigaciones en la Casa Terapéutica, en Alemania.
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La Bioenergética tiene como idea fundamental el paralelismo existente entre la dimensión psíquica y la corporal. Este paralelismo termina presentando la argumentación de como la lectura del cuerpo y su expresión nos puede ofrecer datos verosímiles de los procesos y la historia psíquica del paciente. Esta argumentación se sujeta en como toda tensión reprimida en la infancia y durante todo el proceso de crecimiento, se transforma en contracciones musculares crónicas que inhiben los sentimientos y sus posteriores manifestaciones.
Por tanto, la Bioenergética recopila los conocimientos necesarios para poder "leer un cuerpo" percibiendo desequilibrios, corazas, bloqueos y tensiones. Mediante la terapia que consta de una serie de ejercicios y del análisis del carácter, se pretende actuar sobre estos bloqueos para poder restaurar el equilibrio y el fluir energético.
El carácter también se concibe en términos energéticos, sería un modo habitual de comportamiento defensivo que acaba formando una especie de armadura. Esta armadura defensiva termina convirtiéndose en una "prisión" que impide al individuo relacionarse con los demás y con el mundo de una manera auténtica y espontánea, impidiendo las posibilidades reales que tenemos de expresarnos y de recibir… Esta estructura de carácter se percibe como neurótica por sí misma, y por ello, para hacer resaltar este carácter neurótico defensivo. La estrategia de la Bioenergética consiste en colocar al individuo en una postura física de "stress" denominada "arraigamiento" para comenzar así el Análisis Bioenergética.
Una vez detectado los nudos, bloqueos, etc., el terapeuta propone ejercicios adecuados para la liberación de las tensiones visibles por medio de respiración, actuación en las corazas, almacenamiento de energía, etc., de esta manera el paciente pasa del movimiento voluntario que realiza en el ejercicio a un movimiento involuntario que se produce al relajarse los músculos y al circular la energía, el cual suele ir acompañado de vibraciones.
Los pilares básicos de la Bioenergética son:
* El arraigamiento: es la capacidad de la persona de estar en pie. La comparación de estar asentado en la tierra con el contacto con la realidad. El contacto con la tierra es como una válvula de seguridad a la hora de descargar el exceso de excitación. Se realiza por medio de un ejercicio en el que flexionando las rodillas, éstas recuperan un juego que modifica la posición del cuerpo, desplazando el peso a las plantas de los pies y recuperando la movilidad en las caderas.
* Las contracciones musculares (corazas): ya mencionadas, paralizan y reprimen la emoción al hacerse crónicas… A su vez estas contracciones bloquean la respiración natural del individuo.
* La respiración: recuperando un ritmo natural de ella, ayuda a aflojar las tensiones musculares, la respiración no fluida produce un efecto anestésico.
* La voz: la contracción muscular en la garganta además de bloquear la respiración dificulta notablemente la expresión natural de la voz. Es muy habitual escuchar la expresión natural de la voz. Es muy habitual escuchar la expresión ante el miedo "no me salía la voz del cuerpo".
* Los ejercicios Bioenergéticas: por medio de ellos las corazas musculares llegan a situaciones límites que logran romper las defensas y conectar con la emoción. Se sabe que cuando una emoción se reprime en la mayoría de los casos se somatiza, lo que hace que no entendamos la enfermedad.
AROMATERAPIA Y EFECTO ENERGETICO DE LOS ACEITES ESENCIALES
ACCION EN LA ENERGIA VITAL - La Aromaterapia se sitúa en los primeros lugares de las medicinas llamadas de “terreno”, puesto que actúa directamente aumentando la fuerza vital, permitiendo así reforzar las inmunidades naturales y la posibilidad de autocuración…
ACCION SOBRE EL CUERPO ENERGETICO - Los Aceites Esenciales, efluvios sutiles, etéricos y volátiles, están en perfecto acuerdo, por analogía, con los cuerpos sutiles y etéricos. Pueden prevenir la manifestación de una perturbación de origen energético, detener su evolución y su transformación en enfermedad física. Antes incluso de obtener resultados benéficos en el cuerpo físico, el Aceite Esencial actúa positivamente en los cuerpos energéticos…
Las fuerzas anímicas, etéricas y no materiales de los Aceites Esenciales afectan al cuerpo energético no material del hombre, en el que también se asientan los chakras, y despliegan en él su efecto curativo y armonizador…
LOS ACEITES ESENCIALES SON ENERGETICAMENTE POSITIVOS - Actúan siempre positivamente en plano energético – limpian (eliminan) las influencias negativas (internas y externas) o transforman las energías negativas en positivas, protegen las personas y sus hogares (negocios, etc.) contra las cargas negativas, favorecen las emociones y energías positivos (amor, bienestar, suerte, vigor, confianza, compasión, felicidad, alegría, paz, serenidad, poder, fe, prosperidad, intuición, etc.), controlan y ayudan a liberarse de las emociones negativos, bloqueos psico-emocionales y espirituales, y desequilibrios energéticos…
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"El aprendizaje es un tesoro que seguirá a su dueño a todas partes." Viejo proverbio chino