El PODER de la Aromaterapia es, también, el PODER de quienes saben aprovecharla...
PODER que nada tiene que ver con cuestiones ligadas a la autoridad o a la jerarquia...
Un PODER humilde y generoso como la NATURALEZA...
Además, la Aromaterapia permite al terapeuta complementar y potenciar efectos para lograr mas sinergia con otras Medicinas Naturales...

...veamos la atmósfera de otro color y los problemas desde otro punto de vista...

...veamos la atmósfera de otro color y los problemas desde otro punto de vista...

26 febrero 2009

ACEITES ESENCIALES – son PERFUMES NATURALES


DIME COMO ERES Y TE DIRE COMO DEBES PERFUMARTE

En la Antigüedad se sabía que perfumarse era mucho más que oler bien.Para los griegos, los romanos y los egipcios el perfume era el espíritu de las plantas, concepto que no deberíamos menospreciar sino intentar revalorizar desde la óptica de los últimos conocimientos científicos.
Los aromas naturales aumentan los niveles de las endorfinas, que son las sustancias que produce el cerebro para neutralizar el dolor e inducir a una sensación de bienestar.
El Profesor Paolo Rovesti de la Universidad de Milán comprobó en los años sesenta, el efecto terapéutico de los Aceites Esenciales sobre pacientes histéricos y deprimidos. Para la depresión utilizó: Limón, Naranja, Jazmín, Ilang Ilang y Sándalo… Para la ansiedad: Bergamota, Azahar, Petitgrain, Lavanda, Mejorana y Rosa…
En la actualidad, algunas empresas de Japón han experimentado que sus empleados cometen menos errores, tienen un mayor rendimiento y un mejor estado de ánimo cuando se difunden aromas florales a través del sistema de aire acondicionado.
Los antiguos, cuando hablaban del espíritu de las plantas, se reverían a la parte más sutil, a la que afecta al espíritu humano. Así los griegos plantaban Cipreses en los cementerios, cuyo aroma tiene un efecto antidepresivo, en los funerales de los faraones egipcios se quemaban toneladas de Incienso que ayuda a lograr serenidad y a cortar con el pasado y en los banquetes de los emperadores romanos llovían pétalos de Rosas sobre los convidados para inducir a un clima emocional alegre y placentero.
Nuestra cultura de personas de ciudad nos impide creer en los efectos que pueden producir las sustancias naturales. Hemos fabricado una segunda naturaleza artificial y aséptica y desdeñamos la idea de que un jardín, que es una conjunción estética de belleza, aroma y color, pueda curarnos y equilibrarnos.
Para quienes no tenemos esta posibilidad, podemos recibir el espíritu terapéutico de las plantas en nuestros lugares de trabajo o en nuestros departamentos mediante el maravilloso empleo de los Aceites Esenciales. Es agradable, armonizante y, por qué no? Muy divertido…

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