Los colores forman parte de nuestra vida, los vivimos intensamente. Puesto que nos inundan constantemente con sus brillos, tonalidades, vibraciones e influencias. Cada uno de nosotros tiene un color especial, ese con el cual nos identificamos y a menudo es nuestra primera carta de presentación ya que suele ser a menudo el color con que acostumbramos a vestirnos.
El elegir uno u otro color en su extensa y variada gama, revela mucho de nosotros ya que a cada uno de los colores se le atribuyen una serie de cualidades, ya sean el aspecto psicológico como es en este caso o en el aspecto mágico, cuando se habla de magia con velas.
De todas las mancias existentes, el Oráculo de los Colores es sin lugar a dudas el que más revela sobre la personalidad del consultante, sin ser un sistema adivinatorio propiamente dicho, si que es una gran ayuda para conocernos un poquito mejor o conocer a las personas que nos rodean.
ORACULO
Negro: Esta asociado con la Noche, la tristeza, la ira y el dolor. En las personas puede reflejar sentimientos depresivos, de angustia y apatía. Quién preferentemente se viste de negro, pretende marcar reserva con referencia al entorno en el cual se mueve.
Blanco: Es un color que representa pureza, espiritualidad y, muy especialmente la luz, la creación, y la iluminación interna. La persona que viste de blanco establece un desafió hacia la pureza, la limpieza y la claridad. Por tanto su vida se marcará por estos sentimientos.
Rojo: Es el color de los antiguos sacrificios, representa el Fuego. Sugiere emociones ardientes y emergentes. Es también la energía de la libido primaria, usado preferentemente por personas biliares que desean dotar su vida se un toque agresivo, energético y fuerte. Quién vive el Rojo, vive la energía de la existencia.
Azul: Un color frío identificado con el Cielo y el Mar. Sugiere calma, serenidad, paz y estados relajantes. Quienes prefieren vestir de Azul o se identifican con este color, desean amor incondicional, cuidado y comprensión. Pretenden transmitir sentimientos positivos y pasividad.
Amarillo: Es el color del Sol, la luz y la vida. Es el elegido por los magnánimos y sabios, por las mentes afiladas, curiosas y siempre alertas, también de las personas dinámicas, ya que marca un atributo de autonomía y libertad. El Amarillo expresa la esperanza y las expectativas de una mayor felicidad.
Verde: Es el color de la Naturaleza. Es un tono placentero que transmite armonía y apoyo a los demás. Sin embargo alguien que use mucho el Verde expresa estar controlado por los valores internos de los padres y carecer de autonomía y libertad.
Naranja: Ofrece la calidez agradable, sugiere la presencia de energía y calor, pero a cierta distancia de la fuente de emisión. Psicológicamente hablando, está relacionado con la autoafirmación, el amor propio y la ambición, y sugiere aspiraciones en consolidar nuestra identidad y firmeza personal.
Violeta: Manifiesta las sensaciones de sacrificio y sublimación de los impulsos personales al servicio de la espiritualidad. Es un color propicio para la inspiración, incluso se afirma que quienes lo usan de forma exagerada están dominados por una visión de si mismos que los sitúa por encima de los demás.
Marrón: Es el color que simboliza a la Tierra, a veces utilizado por las personas que tienen poco aprecio por ellas mismas, que se sienten desvalorizadas y que padecen algún tipo de rechazo interior. Es un color que transmite acatamiento a las órdenes e instrucciones.
Gris: Se asocia con estados depresivos, de inseguridad mental y de cansancio. Quién lleva por costumbre ropa Gris, revela seriedad, falta de juventud, inercia, indiferencia y emociones ya superadas. Las personas que se asocian mucho con este color, en prendas u objetos, parecen atravesar periodos de profunda y arraigada depresión.
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