REFERENCIA PARTICULAR AL HOMBRE Y AL MUNDO VEGETAL
S A T U R N O
Saturno es el nombre latino de Cronos, el dios griego hijo del Cielo y de la Tierra, que castra a su padre y le sustituye, devora a sus hijos y amenaza a cualquiera desafiar su poder. Terminará destronado por su hijo Júpiter.
Si Júpiter es la expansión, Saturno es la concentración. Su temperamento es frío, distante, es el señor de la extrema profundidad, que mira al mundo desde el exterior, señor del templo, que no se deja enternecer, corta las ilusiones y las reconduce a la esencia original.
Representa el límite entre lo material y lo inmaterial, la fuerza coagulante que conduce a la formación de la materia, su condensación, para poder generar nuevos potencialidades.
Anatómicamente, Saturno esta asociado el esqueleto, a los tejidos concentrados como las unas, los dientes, las articulaciones, al control del crecimiento, a la energía de conservación, a la concentración de los líquidos como la orina y la bilis.
Dios del tiempo, controla la memoria del hombre, despiadado y frío; crea el sentido filosófico, y mediante la separación de las pasiones se rodea de una atmósfera trascendente.
Saturno tiene fuerza en el ámbito moral, pone en pie ante las renuncias, a la indiferencia, “la noche del Alma”.
Abate a los débiles y anima a los fuertes. Quita cuando es efímero y abre las puertas del destino individual.
Entre las plantas saturninas se encuentran la totalidad de las plantas funerarias, las plantas negras, como decían los romanos para indicar un estado subliminal escondido, el “reino del mas allá”, donde tiene que acudir quien quiera transformarse, desde la muerte y al renacimiento.
Las plantas perennes que simbolizan la inmortalidad, de madera incorruptible.
Saturno es frío, ascético, astringente, austero, coagulante, cristalizador, constante, limitador, estabilizador del equilibrio cuando está ausente (en este sentido es correctivo, castigador y redentor).
Los Aceites Esenciales saturninos son astringentes, antiflogísticos, refrescantes, sedantes, coagulantes, cicatrizantes y antifebriles.
Actúan en la psique puesto que devuelven las funciones sentimentales frente a las del pensamiento racional, para construir una serenidad basada en la renuncia de lo que se ha vuelto insuficiente y una fijación sobre lo esencial…
Son Alcanfor, Cedro, Ciprés, Enebro, Eucalipto, Mirra, Palosanto, Romero, Ruda, Sándalo…
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