Cuando los males son demasiado frecuentes en dicha zona, hay que revisar el entorno, el propio comportamiento y buscar la fuente emocional de estos males:
~ Hacer cambios radicales de actitud y de personalidad, e intentar que los demás cambien con Usted, o que acepten a ojos cerrados sus nuevas tesis.
~ Intentar manipular los sentimientos ajenos.
~ Intentar mantener una frialdad emocional de la que se carece, o ser incapaz de demostrar cariño o amor a nadie.
~ Creer que se padecen las graves consecuencias de un error cometido en el pasado.
~ No ser capaz de compartir la vida con nada ni con nadie.
~ Tener sentimientos de culpabilidad por haber actuado al margen de la ley.
~ Saber que en el fondo se es desleal, defraudador o charlatán.
~ Intentar mantener a ultranza poses, actitudes y formalidades que nada tienen que ver con nuestra realidad social, económica o familiar.
~ No aceptar la vida que nos ha tocado.
~ Creer que todo lo hemos hecho bien y que los que han fallado son los demás.
~ No aceptar las propias inclinaciones sexuales, o sentirse culpable por ellas.
~ Incapacidad para aceptar las leyes naturales, o la naturaleza.
~ Tener tendencia a la hipocresía y no querer aceptar la doble lectura moral del propio comportamiento.
~ No querer respirar el mismo aire que respiran los demás. Creer que se debería haber tenido mejor suerte.
SOLUCIÓN
Resolver el conflicto emocional con decisión y perfumar el ambiente con aroma de flores silvestres…
De Angélica, Geranio, Manzanilla, Ruda, Salvia…
De Acacia, Gardenia, Fresias, Iris Florentina, Jacinto, Magnolia, Madreselva, Nardo, Narciso, Orquídea, Tulipán, Violetas…
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